miércoles, 5 de agosto de 2009

El corazón de los mercados volvió a latir, pero necesita tratamiento


Por Claudio Zuchovicki, para el Cronista.

Quiero empezar esta nota con un ejemplo que utiliza mi amigo Jorge Suárez, para explicar el estado de ánimo de los inversores hoy: “El mercado se comporta como lo harían los familiares de alguien que sufre un paro cardiaco y que con un choque eléctrico con un desfibrilador, el corazón vuelve a latir”.

La alegría y la euforia en el comienzo es emocionante, pero todos sabemos que ese esfuerzo no garantiza que la causa del paro está superada.

“Si ese corazón va a seguir o no latiendo a largo plazo va a depender de las arterias, si están o no tapadas, de la salud cardiovascular, de la conducta del paciente y de muchos otros elementos más”.

En el mercado pasa lo mismo, la gran inyección de liquidez y los estímulos fiscales de las principales economías del mundo no tienen precedentes y podemos afirmar hoy con la incertidumbre que generan los efectos colaterales en el futuro, que el corazón de la economía mundial volvió a latir.

A esto le agrego una enorme ventaja, que el susto fue tan pero tan grande que nos va obligar a tener que aprender a vivir (económicamente hablando) con más conducta para que los motivos del paro cardíaco vayan desapareciendo.

Con éste ejemplo quiero justificar el fenomenal rebote que tuvieron los mercados financieros de sus mínimos, que en muchos casos llegaron a duplicarse, no por expectativas de un futuro mejor, sino porque los mercados habían caído a niveles exagerados como dando por sentado que el corazón no volvía a latir.

Si sacamos factor común de todos los datos recibidos tanto de la macro como de la microeconomía podemos decir que fueron bastante pobres, pero en casi todos los casos fueron mejor de lo esperado, y solo con esto alcanzó para mejorar.

Hasta acá entonces, creo que los precios actuales son mucho más justos que los que teníamos hace dos o tres meses, pero a partir de ahora las comparaciones no vendrán contra expectativas tan bajas, por lo tanto, empieza el camino más difícil, el del costoso trabajo de tener que hacer todo sumamente bien como para no tener una recaída en los latidos del corazón, sumada a la presión de saber que las segundas partes siempre fueron peores.

Esto nos va hacer ser más conservadores en nuestras acciones, por lo tanto, al tener que estar sumamente atentos seguramente las cosas se harán mejor de lo que se hicieron antes, pero ya sin margen para grandes festejos.

Concluyendo, creo que a partir de ahora viene un mercado menos volátil aunque todavía con algún sobresalto menor, quizás más estable por la lección aprendida, donde solo se premiarán los buenos resultados, y ya no va alcanzar con pérdidas menores a las esperadas. Por lo tanto no veo mucho margen para grandes euforias.

En el idioma de los mercados, es el escenario de los lanzamientos cubiertos, que se trata de comprar activos buenos, lanzando opciones de compra (call) a futuro.

Consulte a su agente o sociedad de bolsa de confianza.

Suerte!!!!

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